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Odontología Biológica - Rehabilitación Masticatoria Respiratoria
¿En qué consiste la rehabilitación masticatoria-respiratoria?
El objetivo de la odontología biológica es restaurar las funciones neurovegetativas básicas mediante el uso de técnicas naturales respetuosas con el cuerpo. Crear los hábitos adecuados desde edades tempranas es fundamental, ya que entre los 0 y 4 años se produce la mayor parte de nuestro desarrollo cráneo-maxilar. Recuperando la correcta funcionalidad conseguimos que niños y adultos disfruten de mejor salud.
Beneficios de la odontología biológica
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Mejora la calidad de vida del paciente.
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Evita recurrir a medicamentos tratando problemas de manera natural.
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Reduce problemas digestivos.
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Mejora la calidad del sueño y el descanso.
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Ayuda al desarrollo equilibrado de la estructura muscular y ósea.
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Promueve la generación de saliva, aprovechando sus propiedades y manteniendo la boca limpia y sana.
Los pacientes que respiran por la boca suelen presentar síntomas comunes, como:
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Falta de sellado labial, boca entreabierta y labios cortados.
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Ojeras.
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Sensación de cansancio.
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Alergias, infecciones y amigdalitis.
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Inflamación de encías y sangrado.
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Paladar alto y profundo.
Miramos más allá de la boca y observemos cuáles son las consecuencias de una respiración oral:
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Microdespertares, lo que provoca un sueño poco reparador y de baja calidad. El cerebro está en modo “estrés crónico”, con el Sistema Nervioso Simpático activo las 24 horas al día.
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Posibles alteraciones cardiovasculares en adultos.
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Alteraciones en el humor y peor gestión de las emociones.
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Bruxismo nocturno (rechinamiento de los dientes).
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Alteración en el metabolismo de dopamina y serotonina.
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Alteración del crecimiento en niños, ya que es durante el sueño reparador es cuando se secreta la hormona de crecimiento.
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Alteración en la microbiota oral e intestinal.
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Alteración en el sistema de defensa y el sistema inmunológico, por lo que se es más susceptible a enfermar.
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Falta de concentración y aprendizaje en niños.
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Los niños se pueden hacer pis en la cama.
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Trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
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Ronquidos.
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Somnolencia diurna.
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Dolores de cuello, cabeza, barriga…
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Alteración en el crecimiento maxilofacial: caras largas, con ojeras, caras planas…